viernes, 31 de enero de 2014

El hombre que ve lo que otros escuchan.

A finales de los años setenta Arthur Lintgen descubre en él, una particular capacidad; identificar el contenido de los discos de vinilo con solo mirarlos. Los primeros testigos de este fenómeno fue su círculo de amigos, que entre fiestas y tertulias, pedían demostrase su capacidad, sorprendiéndolos cada vez que realizaba el acto. El hecho llegó a oídos de la prensa local en Pennsylvania, donde Lintgen residía, llamando la atención en 1981 del Comité para la Investigación de las Afirmaciones Paranormales de Estados Unidos, quienes lo pusieron a prueba bajo estricta supervisión y análisis de los hechos. El doctor en medicina Arthur Lintgen, superó con éxito la prueba demostrando que podía identificar sin trucos la obra o pieza musical con solo ver los surcos que cada vinilo poseía. En adelante la prensa nacional lo denominó el hombre que ve lo que otros escuchan. Este caso me trajo a la mente de manera inmediata los programas de edición no lineal de audio, que hoy son los más utilizados en el trabajo de producción y realización sonora, donde muestras gráficas de la pista de audio aparecen en forma de ondas consecutivas generando un propio lenguaje visual asociado a la sonoridad de cada gráfico. Es posible que este asunto sea mejor entendido por un editor de audio, ya que con la experiencia y los años de manipulación de estos archivos gráficos uno puede identificar, sin escuchar, el sonido de letras, palabras y los más duchos hasta frases completas. El aprendizaje y la especialización auditiva asociada a la visión es una experiencia que todos poseemos en diferentes niveles, y hacemos uso de esta capacidad para identificar el sonido de personas, animales, vehículos, artefactos, tan sólo con mirarlos a través de la televisión o desde una distancia o separación.La imagen que cada forma o elemento posee es parte de nuestro propio aprendizaje auditivo y el recuerdo. Sabemos cómo suena la lluvia, así no seamos testigos presenciales, o si vemos la rana en la foto de este post asociaremos inmediatamente su sonido a un croar específico, por su puesto un croar distinto para cada uno de nosotros con nuestra propia experiencia y recuerdo. La experiencia y especialidad perfeccionará nuestra capacidad para identificar los sonidos de aquello que vemos, sin escuchar, y es posible que un biólogo identifique el croar exacto de la rana que aquí les muestro. Quizás el ejemplo de la rana y la capacidad de Lintgen no estén vinculados de manera directa, ya que identificar música registrada en un soporte físico como el vinilo, es completamente distinto a identificar el canto de la rana a través de una foto, pero es interesante apreciar la utilización de la vista para memorizar, cada surco en el caso del vinilo y los detalles de tamaño color y forma en el caso de la rana, para después asociarlo a un autor y pieza musical identificando la Séptima sinfonía en la mayor de Beethoven o la Hyloscirtus tigrinusla, llamada Rana tigre. Explotando esta capacidad del ser humano, el marketing creó una especialidad que ha denominado Audio Branding o construcción de la marca a través del sonido, es así que Intel, Apple, Nokia, PlayStation, Adidas, Nike, Audi, Motorola, Facebook, etc., a través de los medios de comunicación han difundido sonidos melodías, jingles, o canciones, asociándolas a sus marcas, generando de esa forma un recuerdo auditivo latente que influye en las decisiones de los consumidores a la hora de comprar. El Dr. Lintgen, en una entrevista, explicó con hidalguía que no se trataba de algún poder mágico sino de una avanzada capacidad de observación, experiencia en música clásica y por su puesto amor por la música. El hombre que ve lo que otros escuchan, delimitó muy bien sus fronteras de Vinilovisión, ya que sólo accedía a identificar música clásica sinfónica, preferentemente de Beethoven, excluyendo de su rango la música experimental y popular, no por no poder descifrarla, sino porque sencillamente no la consideraba digna de su don, esto denota que Lintgen se había especializado en un rango bastante limitado de la música grabada, lo cual no quita una sobresaliente capacidad digna de los muchos concursos de talentos que hoy invaden los medios.